Figura de yeso pintada a mano de Santa Lucía (18 cm.)

A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe. Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.

Es la patrona de la vista. La relación entre Lucía y los ojos, que hace de esta santa la protectora de la vista.